Pola Weiss : la simbiosis de ser arte y artista: el cuerpo femenino como transgresión a la dominación masculina en el mundo audiovisual

Abstract

En la valoración sobre el arte en general ─o sobre lo artístico de una determinada obra─, poco se llega a pensar en su imbricación dentro de un orden cultural y estético que traza distinciones de distinta índole entre el cuerpo masculino y el femenino. Estas diferencias, lejos de ser meramente circunstanciales o anecdóticas, forman parte constitutiva de un trazado histórico en el que se han construido narrativas, códigos y normatividades acerca de lo que es moralmente aceptable en la representación de los cuerpos. De este modo, los juicios estéticos no son producciones neutrales o impermeables a todo un ordenamiento androcéntrico al momento de ser examinada o contemplada la figura de un hombre y de una mujer. El arte, por ende, no es una concepción abstracta ni desprovista de la condición en que una sociedad distribuye privilegios, clasifica las voluntades, jerarquiza los talentos y promueve recompensas materiales y simbólicas entre los individuos por diversos factores que enmarcan sus comportamientos recíprocos. Muchas de las creencias, ideas o convenciones culturales con las que se evalúa el actuar de los individuos con base en su ser sirven para codificar lo estéticamente esperado e, incluso, anhelado en torno a los cuerpos, a tal grado que estos últimos se revisten de una singular significación en función de cómo son presentados públicamente a través de la obra artística. Así, la delicadeza, fragilidad, sensualidad o finura son singularmente valoradas como expresiones “típicamente femeninas”, en oposición a la virilidad, determinación, arrogancia o arrojo “propios de la plasticidad masculina”.