La inmigración china en el istmo de Tehuantepec oaxaqueño y su importancia para la modernización económica de la región a finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX

Abstract

La migración de un lugar a otro es un fenómeno recurrente desde los primeros desplazamientos de grupos nómadas que abandonaban un lugar siguiendo el rastro de los animales que cazaban en los albores de la humanidad, hasta las migraciones de poblaciones en el siglo XXI que dejan su lugar de origen y buscan establecerse en un nuevo país. La migración es considerada como un “fenómeno social” que afecta tanto a las sociedades receptoras de migrantes como a ellos mismos. Los países receptores de inmigrantes muchas veces tienen que hacer frente a la oposición de sus propios ciudadanos, y algunos políticos hacen uso de este sentimiento antiinmigrante para ganar votos. Existen desde cuestiones racistas y xenófobas, que se preocupan por la mezcla de razas y culturas que atentan contra la homogeneidad cultural y racial, y que buscan el establecimiento de restricciones más fuertes a la inmigración y que los nuevos inmigrantes se asimilen a la cultura de la sociedad local y dejen de lado su propia cultura. El discurso antiinmigrante también hace énfasis en cuestiones económicas, en las que se suele culpar a los migrantes de robar los empleos que hay en el país y de ser un gasto a los sistemas de seguridad social. Para el migrante, muchas veces el tener que abandonar su lugar de origen produce rompimientos familiares al dejar a sus familias, y en ocasiones enfrentarse a sociedades radicalmente diferentes a aquellas en las que nacieron. Además, se enfrentan al racismo y discriminación que es mayor en la medida que sean más visibles y diferentes que la sociedad receptora.